Crece preocupación por seguridad vial
En los últimos años, se han reportado una serie de accidentes y delitos a bordo de motocicletas en la Zona Metropolitana de Monterrey, ante el aumento de estos vehículos
El incremento del parque vehicular de motocicletas en Nuevo León y los ajustes normativos vigentes representan un reto de seguridad vial que va más allá del simple registro de unidades.
De acuerdo con el director del Observatorio Ciudadano de Seguridad Vial de Nuevo León (Ocisevi), Roberto Elizondo, esta modalidad de transporte ha crecido de manera exponencial desde 2019, lo que torna urgente la implementación de políticas orientadas a su uso responsable y seguro.
Según estimaciones oficiales, el padrón de motocicletas en la entidad aumentó de 101 mil 949 unidades en 2019 a 190 mil 631 en 2024, lo que representa un incremento aproximado del 87 por ciento.
Esta expansión ha coincidido con un aumento en los accidentes de motociclistas. Elizondo comparte que los datos internos del Ocisevi indican que, en 2024, se alcanzaron 6 mil 880 hechos viales donde participaron motocicletas, con mil 492 lesionados y 58 fallecidos, frente a 5 mil 289 accidentes y 17 muertos registrados en 2019.
Lo que significa que los fallecidos en accidentes de motocicleta en el área metropolitana de Monterrey se incrementaron en 241 por ciento en un plazo de cinco años.
Cambios en la normativa
Las recientes modificaciones a la Ley de Movilidad del Estado, en lo referente a las motocicletas, explicó Elizondo, tienen un objetivo claro: elevar la seguridad.
“Estamos de acuerdo, lo vemos positivo”, comentó Elizondo, sin embargo, considera que la adaptación de los motociclistas a las nuevas reglas tardará varios años .
Reconoce que “la comunidad no lo ha aceptado muy bien” y que existe un rechazo importante por parte de algunos motociclistas.
Entre las medidas impuestas está la identificación visible del motociclista, como chaleco fosforescente con número de placa, y la prohibición de maniobras consideradas de riesgo, como el rebase entre carriles, práctica muy común, sobre todo en vehículos de reparto.
Enfatizó en que las motocicletas de reparto son de las protagonistas más frecuentes en los accidentes de esta clase de vehículos.
“Definitivamente (los accidentes más comunes) están relacionados con atropello, el exceso de velocidad; sobre todo porque las motocicletas, como son un poco más ágiles que los vehículos, van a exceso de velocidad y la mayoría de las veces son en los cruceros de 90° por no respetaron un alto y ahí es donde se previene el accidente”, dijo.
Según registros periodísticos, en 2024 en Nuevo León se registraron 76 mil 210 accidentes viales, una ligera reducción del 5.4 por ciento frente al ejercicio anterior, pero la entidad se mantuvo líder nacional en siniestros por décimo cuarto año consecutivo.
Y en lo que va del año, de los 45 mil 417 siniestros viales que el Ocisevi tiene contabilizados hasta el corte de septiembre, el 6 por ciento de estos corresponden a accidentes en moto, es decir, 2 mil 725 incidencias.
Esta participación también se ha incrementado conforme el paso de los años; en 2023, fue de 5 por ciento; en 2022, de 4 por ciento; en 2021, de 4 por ciento; en 2020, de 4 por ciento y en 2019, menor a este último porcentaje.
“Yo no sé estos muchachos que manejan esas motocicletas no le tienen miedo a nada y si no respetan alto, no respetan semáforos, a veces es por falta de pericia, por falta también de cultura; de hecho hemos insistido mucho, hemos platicado con algunas agencias de motocicletas, que dentro de la venta de una motocicleta le solicitamos que incluyeran un curso práctico de motociclismo”, comentó.
Incidencia en delitos
Otro problema severo es el uso de motocicletas en delitos violentos. La Fiscalía General del Estado reportó que en un 70 por ciento a 80 por ciento de las carpetas de investigación por este tipo de delitos se encuentran involucrados vehículos ligeros sin placas o sin registro, numerosos en municipios como Santa Catarina, Monterrey y San Nicolás de los Garza.
Elizondo considera que esta doble función aumenta el riesgo y dificulta el control vial.
Las medidas impulsadas por el Estado incluyen no sólo la licencia obligatoria para conducir moto, sino también certificación de conductores antes de su expedición.
Según el Instituto de Control Vehicular (ICV), además de alcanzar un aumento de las unidades, se avanzó con normativas que prevén la certificación de motociclistas a través del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER).
“Nos hace falta un poco más de respeto a los motociclistas… pero también, nosotros los motociclistas tenemos que ganarnos ese respeto”, comentó.
Conductas de riesgo
Distintos registros locales muestran conductas de riesgo entre ambos grupos: motociclistas que invaden carriles, ignoran semáforos o conducen sin protección, y automovilistas que no detectan su presencia.
“Todavía nos falta un poquito más de respeto a los motociclistas, lo he vivido yo en carne propia, como motociclista que soy que todavía no le tiene el automovilista. La otra es que también yo considero que ese respeto tenemos que ganárnoslos; que van a 200 km/h en la carretera, eso es criminal”, dijo.
Finalmente, el Observatorio indica que la mayor parte de los siniestros con motocicletas ocurren en cruceros, por falta de respeto al alto o al semáforo, y por exceso de velocidad.
Elizondo propone que cada venta de motocicleta vaya acompañada de capacitación obligatoria, quizá gratuita, para quienes la estrenan.
En definitiva, el escenario en Nuevo León muestra una conjunción de factores: crecimiento acelerado del parque de motos, regulación emergente, riesgos operativos altos y retos culturales.
El éxito de las nuevas políticas dependerá no sólo de su aplicación, sino de la aceptación social, la cooperación entre entidades y la disciplina de quienes comparten la vía.
