Como esperaba el mercado, Banco de México (Banxico) anunció este jueves un último recorte a la tasa de interés en el año en 25 puntos base, con lo que la ubica en 7% y manda señales que ratifican la expectativa del mercado de que vendrá una mayor cautela en 2026.
En su comunicado de este jueves, el banco central señaló que para esta decisión consideró el comportamiento del tipo de cambio, la debilidad que ha mostrado la actividad económica y los posibles impactos ante cambios en políticas comerciales a nivel global.
Destaca que en esta comunicación plantean que la Junta de Gobierno “valorará el momento de realizar ajustes adicionales a la tasa de referencia”. Analistas de Actinver y de Franklin Templeton señalan que abre la puerta para una pausa en los recortes, tal como ya descuentan en los mercados financieros. La junta que encabeza Victoria Rodríguez dijo que se tomará en cuenta los efectos de todos los determinantes de la inflación.
Y agregó: “Las acciones que se implementen serán tales que la tasa de referencia sea congruente, en todo momento, con la trayectoria requerida para propiciar la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3% en el plazo previsto”.
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Al momento, en los consensos que se realizan entre especialistas ninguna proyección considera que el año próximo la inflación logrará llegar al objetivo del banco central. Una señal que será considerada también es que Banxico realizó un ajuste al alza en sus proyecciones inflacionarias para el cierre del año e inicios del próximo.
De acuerdo con esta proyección, la inflación general se ubicará en 3.7% a tasa anual al cierre de 2025, frente al 3.5% estimado el mes anterior; dato que se repite para el primer trimestre del próximo año y para el segundo trimestre estiman una inflación en 3.3% y no el 3.2% esperado antes.
El ajuste viene después de un repunte inflacionario en noviembre ya en el limite del 4% a tasa anual. Ante estas presiones, el subgobernador Jonathan Heath suma ya tres reuniones en que se ha opuesto a los recortes. Esta vez no fue la excepción, pues se pronunció por comenzar la pausa monetaria.
En otras ocasiones también ha señalado que existe un riesgo de daño a la credibilidad sobre el objetivo del banco central entre los especialistas y el mercado.
