Faltan clínicas en municpios periféricos de Nuevo León

Pese a su incremento poblacional, los municipios de la periferia cuentan con servicios hospitalarios ineficientes, lo que genera saturación en otros centros de salud e impide la atención óptima de la población de estos sitios

Crece población, faltan servicios médicos

Pese a su incremento poblacional, los municipios de la periferia cuentan con servicios hospitalarios ineficientes, lo que genera saturación en otros centros de salud e impide la atención óptima de la población de estos sitios

La falta de clínicas y centros de salud en los municipios periféricos del área metropolitana de Monterrey genera un rezago importante en los servicios de salud de primer nivel, lo que posteriormente, ocasiona una saturación de los hospitales.

La legisladora Gabriela Govea López explicó que, además, estos son los municipios con mayor crecimiento poblacional de Nuevo León, lo cual genera saturación hospitalaria y limita la atención médica preventiva.

Según la diputada, el aumento demográfico en zonas periféricas elevó la demanda de servicios de salud básicos que no ha sido atendida en la misma medida.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud de Nuevo León, la infraestructura para población sin seguridad social está compuesta por aproximadamente 452 unidades médicas, incluyendo 11 hospitales generales, 1 hospital materno-infantil, 1 hospital psiquiátrico, 392 centros de salud, 3 clínicas de especialidades y 42 unidades médicas de especialidad.

En ese sentido, Govea López explicó que es importante que se incremente la cantidad de unidades de primer nivel, puesto que son esenciales para atender en primera instancia enfermedades crónicas como diabetes y padecimientos cardiovasculares.

Esto, añadió la legisladora, ya que estas clínicas operan como puerta de entrada al sistema de salud.
No obstante, la limitación en su número y alcance hace que muchos pacientes deban acudir a hospitales de segundo nivel en casos que podrían haberse gestionado en clínicas locales.

La falta de capacidad en la primera línea de atención médica contribuye a la sobrecarga hospitalaria, según la diputada, y agudiza tiempos de traslado y costos para quienes habitan zonas alejadas del área metropolitana.

Distribución por municipios

De acuerdo con los datos de la Secretaría, en Pesquería hay 4 clínicas municipales y centros de salud para una población de 147 mil 624 habitantes en 2020.

Mientras que, en San Nicolás de los Garza, 19 unidades médicas públicas para el municipio, equivalente al 3.2 por ciento del total estatal.

En Apodaca, se registran 36 clínicas privadas, pero la infraestructura pública de primer contacto es limitada.

Mientras que en Santa Catarina, un municipio con crecimiento poblacional importante, pero las unidades de salud pública no registran expansión proporcional.

Govea López pidió que la Secretaría de Salud del Estado realice un “censo por municipio” para identificar con precisión la demanda de servicios de salud en zonas con crecimiento acelerado.

Propuso también que el paquete fiscal del próximo año incluya recursos específicos para construir o ampliar clínicas en municipios como Pesquería, García, Apodaca, Juárez, Santa Catarina y otros con expansión poblacional rápida.

“Hay que reforzar la atención de primer nivel para prevenir la progresión de enfermedades y descongestionar los hospitales de urgencias”, manifestó la legisladora, y dijo que el enfoque debe trasladarse de la contención al diagnóstico y tratamiento temprano.

La carencia de clínicas y centros de salud adecuados en municipios periféricos de Nuevo León representa un obstáculo para la equidad en el acceso a servicios médicos.

Aumento poblacional

El aumento de población en municipios como Pesquería, García y Juárez ha generado una presión creciente sobre el sistema de salud pública de Nuevo León, particularmente en las unidades de primer nivel.

Desde hace varios años, legisladores locales advirtieron que la infraestructura existente no ha crecido al mismo ritmo que los nuevos desarrollos habitacionales y parques industriales.

En sesión reciente del Congreso local, Govea López señaló que en varios municipios la atención médica se limita a brigadas itinerantes o consultorios con horario reducido, lo que complica el seguimiento de enfermedades crónicas y retrasa diagnósticos.

Agregó que la falta de médicos y personal de enfermería en las unidades comunitarias provoca que los pacientes deban trasladarse hasta Monterrey o Guadalupe para recibir atención básica.


Piden más presupuesto

De acuerdo con estimaciones de la Comisión de Salud, algunos municipios con más de 100 000 habitantes cuentan con menos de cinco centros de salud públicos, situación que contrasta con el ritmo de crecimiento demográfico registrado por el INEGI.

Govea López pidió que el presupuesto estatal del próximo año contemple recursos específicos para ampliar la red de clínicas en zonas de alta densidad y que se actualicen los convenios de colaboración con el IMSS-Bienestar para mejorar la cobertura en comunidades rurales.

La legisladora sostuvo que fortalecer la atención médica de primer contacto es clave para reducir la saturación hospitalaria y garantizar que los servicios de salud lleguen a toda la población del estado

Aumentan accidentes en motocicletas en Monterrey

En los últimos años, se han reportado una serie de accidentes y delitos a bordo de motocicletas en la Zona Metropolitana de Monterrey, ante el aumento de estos vehículos

Crece preocupación por seguridad vial

En los últimos años, se han reportado una serie de accidentes y delitos a bordo de motocicletas en la Zona Metropolitana de Monterrey, ante el aumento de estos vehículos

El incremento del parque vehicular de motocicletas en Nuevo León y los ajustes normativos vigentes representan un reto de seguridad vial que va más allá del simple registro de unidades.

De acuerdo con el director del Observatorio Ciudadano de Seguridad Vial de Nuevo León (Ocisevi), Roberto Elizondo, esta modalidad de transporte ha crecido de manera exponencial desde 2019, lo que torna urgente la implementación de políticas orientadas a su uso responsable y seguro.

Según estimaciones oficiales, el padrón de motocicletas en la entidad aumentó de 101 mil 949 unidades en 2019 a 190 mil 631 en 2024, lo que representa un incremento aproximado del 87 por ciento.

Esta expansión ha coincidido con un aumento en los accidentes de motociclistas. Elizondo comparte que los datos internos del Ocisevi indican que, en 2024, se alcanzaron 6 mil 880 hechos viales donde participaron motocicletas, con mil 492 lesionados y 58 fallecidos, frente a 5 mil 289 accidentes y 17 muertos registrados en 2019.

Lo que significa que los fallecidos en accidentes de motocicleta en el área metropolitana de Monterrey se incrementaron en 241 por ciento en un plazo de cinco años.

Cambios en la normativa

Las recientes modificaciones a la Ley de Movilidad del Estado, en lo referente a las motocicletas, explicó Elizondo, tienen un objetivo claro: elevar la seguridad.

“Estamos de acuerdo, lo vemos positivo”, comentó Elizondo, sin embargo, considera que la adaptación de los motociclistas a las nuevas reglas tardará varios años .
Reconoce que “la comunidad no lo ha aceptado muy bien” y que existe un rechazo importante por parte de algunos motociclistas.

Entre las medidas impuestas está la identificación visible del motociclista, como chaleco fosforescente con número de placa, y la prohibición de maniobras consideradas de riesgo, como el rebase entre carriles, práctica muy común, sobre todo en vehículos de reparto.

Enfatizó en que las motocicletas de reparto son de las protagonistas más frecuentes en los accidentes de esta clase de vehículos.

“Definitivamente (los accidentes más comunes) están relacionados con atropello, el exceso de velocidad; sobre todo porque las motocicletas, como son un poco más ágiles que los vehículos, van a exceso de velocidad y la mayoría de las veces son en los cruceros de 90° por no respetaron un alto y ahí es donde se previene el accidente”, dijo.

Según registros periodísticos, en 2024 en Nuevo León se registraron 76 mil 210 accidentes viales, una ligera reducción del 5.4 por ciento frente al ejercicio anterior, pero la entidad se mantuvo líder nacional en siniestros por décimo cuarto año consecutivo.

Y en lo que va del año, de los 45 mil 417 siniestros viales que el Ocisevi tiene contabilizados hasta el corte de septiembre, el 6 por ciento de estos corresponden a accidentes en moto, es decir, 2 mil 725 incidencias.

Esta participación también se ha incrementado conforme el paso de los años; en 2023, fue de 5 por ciento; en 2022, de 4 por ciento; en 2021, de 4 por ciento; en 2020, de 4 por ciento y en 2019, menor a este último porcentaje.

“Yo no sé estos muchachos que manejan esas motocicletas no le tienen miedo a nada y si no respetan alto, no respetan semáforos, a veces es por falta de pericia, por falta también de cultura; de hecho hemos insistido mucho, hemos platicado con algunas agencias de motocicletas, que dentro de la venta de una motocicleta le solicitamos que incluyeran un curso práctico de motociclismo”, comentó.

Incidencia en delitos

Otro problema severo es el uso de motocicletas en delitos violentos. La Fiscalía General del Estado reportó que en un 70 por ciento a 80 por ciento de las carpetas de investigación por este tipo de delitos se encuentran involucrados vehículos ligeros sin placas o sin registro, numerosos en municipios como Santa Catarina, Monterrey y San Nicolás de los Garza.

Elizondo considera que esta doble función aumenta el riesgo y dificulta el control vial.

Las medidas impulsadas por el Estado incluyen no sólo la licencia obligatoria para conducir moto, sino también certificación de conductores antes de su expedición.

Según el Instituto de Control Vehicular (ICV), además de alcanzar un aumento de las unidades, se avanzó con normativas que prevén la certificación de motociclistas a través del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER).

“Nos hace falta un poco más de respeto a los motociclistas… pero también, nosotros los motociclistas tenemos que ganarnos ese respeto”, comentó.

Conductas de riesgo

Distintos registros locales muestran conductas de riesgo entre ambos grupos: motociclistas que invaden carriles, ignoran semáforos o conducen sin protección, y automovilistas que no detectan su presencia.

“Todavía nos falta un poquito más de respeto a los motociclistas, lo he vivido yo en carne propia, como motociclista que soy que todavía no le tiene el automovilista. La otra es que también yo considero que ese respeto tenemos que ganárnoslos; que van a 200 km/h en la carretera, eso es criminal”, dijo.

Finalmente, el Observatorio indica que la mayor parte de los siniestros con motocicletas ocurren en cruceros, por falta de respeto al alto o al semáforo, y por exceso de velocidad.

Elizondo propone que cada venta de motocicleta vaya acompañada de capacitación obligatoria, quizá gratuita, para quienes la estrenan.

En definitiva, el escenario en Nuevo León muestra una conjunción de factores: crecimiento acelerado del parque de motos, regulación emergente, riesgos operativos altos y retos culturales.

El éxito de las nuevas políticas dependerá no sólo de su aplicación, sino de la aceptación social, la cooperación entre entidades y la disciplina de quienes comparten la vía.

Casas abandonadas en el Centro de Monterrey: un problema que crece

Se calcula que en las calles que componen el centro de la ciudad, hay alrededor de 11 mil 600 vivienda, de las cuales 2 mil 800 están deshabitadas, de acuerdo con datos presentados en el Plan Maestro del Centro Metropolitano del Municipio de Monterrey.

Las casas abandonadas en el centro de Monterrey se convierten en un foco de infección por la basura que se acumula en estos, o bien, se vuelven áreas de riesgo debido a son ocupadas por personas que suelen delinquir.

Se calcula que en las calles que componen el centro de la ciudad, hay alrededor de 11 mil 600 vivienda, de las cuales 2 mil 800 están deshabitadas, de acuerdo con datos presentados en el Plan Maestro del Centro Metropolitano del Municipio de Monterrey.

En este documento se expone que de las más de 100 mil personas que llegaron a vivir en el centro de la ciudad, hoy radican cerca de 23 mil personas, es decir, esta zona perdió más del 70 por ciento de sus habitantes en las últimas décadas.

“Llevando, inevitablemente, a una degradación de nuestro entorno”, señala el documento.

Un problema más que complejo

La diputada local por el PRI, Lorena de la Garza, explicó que se trata de un problema más que complejo, debido a que el municipio no tiene facultades para intervenir en estos inmuebles, por tratarse de propiedad privada.

Explicó que existe la intención del Ayuntamiento de tapiar los inmuebles, de manera que no ingresen personas a estos y los conviertan en basureros, puntos de consumo de drogas y otros fines.

“Son casas o propiedades que, en la mayoría de los casos, forman parte de la tercera generación de una familia, que pasan por diferentes problemas: o son terrenos intestados, que las familias se disputan los terrenos o gente que tiene la legal posesión, pero no la atiende”, explicó.

Explicó que estos inmuebles en abandono se convierten en polos de peligro, sobre todo para los vecinos que sí viven en el centro, quienes son la principal fuente de denuncia de estas situaciones.

Comentó que un reto es encontrar las facultades legales para que las autoridades puedan intervenir en estos inmuebles, de manera que no puedan ser ocupados de manera ilegal.

De la Garza detalló que estas intervenciones requieren la participación de varias dependencias, tanto estatales, como municipales.

Por ejemplo, detalló, algunos terrenos abandonados tienen maleza y árboles que crecieron sin control, algunos de estos afectan a las viviendas contiguas; y aunque el municipio, a través de Protección Civil o Servicios Primarios, podría realizar la limpia, incurriría en una falta sin la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente.

Casas abandonadas en el centro de Monterrey, tema de propietarios y autoridades

En el análisis del Plan Maestro se detalla que se tienen identificados 231 lotes en el centro metropolitano, de los cuales 98 son vacíos urbanos que abarcan 8.24 hectáreas, y 133 son predios subutilizados con 32.75 hectáreas.

“Estos espacios, en su mayoría terrenos sin intervención o edificaciones en abandono o en uso parcial, ofrecen un gran potencial para su rehabilitación”, añade.

Al respecto, Pricila Dávila, presidenta de la Sociedad de Urbanistas de Nuevo León, dijo que este es un asunto en el que los dueños de los inmuebles o de los predios, deben involucrarse, no sólo de las autoridades.

“Es un tema donde los propietarios deben de apoyarse del municipio para realizar las acciones necesarias para recuperar, puede ser un programa temporal de apoyo del municipio”, indicó.

Plan Maestro olvidado

El Plan Maestro del Centro Metropolitano del Municipio de Monterrey fue una iniciativa de la administración de Luis Donaldo Colosio, el cual se tomaría como base para el planteamiento de Proyectos de Regeneración Urbana Sostenible (PURS).

“En un modelo de ciudad compacta y sostenible; el corazón de la ciudad debe tener un importante esfuerzo de recuperación, repoblamiento y revitalización. El trabajo será desde los barrios, con la ciudadanía y con la visión de todas y todos”, se explica en el proyecto.

Pese a que el Plan fue presentado como una de las acciones insignias de la administración anterior, el gobierno del alcalde Adrián de la Garza, a través de su área de comunicación, no aportó información sobre cómo es que se le da seguimiento a este proyecto, el cual considera estrategias hasta 2040.

Por otro lado, rescatar el centro no solo implica devolverle su población, sino también restaurar su valor histórico, cultural y social, señalan.

Las edificaciones con valor histórico que se tienen detectadas en el centro de la ciudad, incluyen 33 inmuebles patrimoniales, 104 catalogados por el INAH y  mil 081 por el INBAL, juegan un papel central en la identidad cultural de la ciudad.

¿Cuáles son las zonas con más casas abandonadas en el Centro de Monterrey?

La zona norte del municipio de Monterrey es la más afectada por inmuebles en condición de abandono.

Recientemente, un edificio ubicado sobre la calle Reforma, entre Zaragoza y General Zuazua, que era habitado por migrantes haitianos, fue desalojado por elementos del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional.

La calle Carlos Salazar, desde el cruce con la avenida Félix U. Gómez, hasta la avenida José María Pino Suárez, es una de las que tiene más inmuebles en desuso, mismos que son utilizados por indigentes para pernoctar o drogarse.

Lo mismo ocurre con la calle Jerónimo Treviño, desde donde inicia hasta donde finaliza, son más de 10 inmuebles en desuso, sin contar aquellas que son perpendiculares a estas, donde también hay casas, edificios o baldíos abandonados.

Si bien los obstáculos legales impiden una intervención directa e inmediata, la colaboración entre los distintos niveles de gobierno, las instituciones urbanas y los dueños de los inmuebles puede abrir camino hacia soluciones efectivas que prioricen la seguridad, el orden y la calidad de vida de quienes habitan en la zona.

Los especialistas ven como alternativas una serie de iniciativas como programas de apoyo municipal para propietarios, incentivos para la rehabilitación de predios y marcos legales más flexibles podrían marcar la diferencia entre la degradación urbana y una revitalización sostenible.

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