“Venimos trabajando juntas desde el 2018. […] Entonces, Esthela va a hacer un excelente trabajo. Es una mujer muy honesta, muy trabajadora, se lleva bien con todos y la Consejería Jurídica es muy importante”.
Con estas palabras se refirió la presidenta Claudia Sheinbaum al nombramiento de la guerrerense Esthela Damián como nueva consejera Jurídica de Presidencia en sustitución de Ernestina Godoy, quien recientemente fue electa por el Senado como Fiscal General de la República.
Sheinbaum Pardo confirmó el dilema que reveló esta redacción al tomar la decisión: paridad de género. La Presidenta se enfrentaba a un relevo del mismo género si no quiere hacer un tercer o cuarto cambio. “Quería que fuera mujer, eso es muy importante, porque no quiero mover la paridad. De hecho hay más mujeres que hombres”, reconoció Sheinbaum.
El gran perdedor fue el ministro en retiro Arturo Zaldívar, quien por supuesto esperaba ansioso saltar al spotlight, pero con el nombramiento de Damián Peralta el extogado confirmó que la Coordinación de Política y Gobierno de Presidencia donde antes estuvo César Yáñez -castigado por López Obrador- es donde reposan los congelados de la 4T.
Al otro lado de la acera, en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, vieron el nombramiento en coordenadas distintas: como un reforzamiento del grupo político del secretario Omar García Harfuch en la Ciudad de México, donde Clara Brugada encargó a Héctor Díaz-Polanco reorganizar con nuevas tareas a su grupo y a los simpatizantes de los Martí, rumbo a 2027.
Esthela Damián no es una abogada más. Se trata de una operadora política chilanga con un pesado pasado lejos de la 4T y el obradorismo, y cercana a formaciones opositoras como el PRI y Movimiento Ciudadano, partido por el que fue candidata a alcaldesa en Venustiano Carranza en 2015. Rival acérrima de Julio César Moreno, el cacique en la demarcación.
Por la poca convocatoria, Morena considera que “fracasó la desestabilización de la Generación Z”
Ahora ambos están dentro de la 4T vía los pragmáticos de Morena que en la capital del país abrió sus puertas a cambio de su respaldo a Sheinbaum a la Jefatura de Gobierno en 2018. La relación con la hoy Presidenta prosperó con naturalidad y en ese momento la nombró su secretaria particular, cargo que este jueves Claudia comparó como “casi Jefe de Gabinete”.
Damián muy pronto entendió que su lugar estaba al lado de los neomorenistas como Omar García Harfuch, y no con los Puros y Duros de Brugada, Martí y Díaz-Polanco, quienes ven con recelo el movimiento. El harfuchismo, que ya le brotó a la 4T con la mira en 2030, coloca a sus operadores en el Gobierno Federal para sumar créditos y aliados a su proyecto.
Esthela Damián es la operadora de Harfuch que desde la Consejería Jurídica dialogará con los actores de la oposición que no ven con malos ojos la aspiración del Secretario de Seguridad aun cuando sea a través de Morena. Esto es lo que temen en el Gobierno de la CDMX, quienes hacen el mismo trabajo de sumar amigos en los estados al proyecto de Brugada 2030, sin perder el control de la capital del país en 2027 por el que también peleará Harfuch con perfiles que palomeará Esthela Damián.
