Tras tres meses de negociaciones, la Cámara de Diputados destrabó el camino y aprobó este miércoles la propuesta oficial de gravar con hasta un 50% de aranceles las importaciones de determinados productos con países con los que México no tiene tratado comercial.
Con 281 votos a favor de diputados de Morena y el Partido Verde, la modificación a la tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación (LIGIE) se envió al Senado con el objetivo de que se apruebe antes del 15 de diciembre y entre en vigencia el primer día de 2026, tal como pidió el Ejecutivo a la bancada de Morena en San Lázaro.
La votación tuvo 24 votos en contra de Movimiento Ciudadano y 149 votos en abstención de los partidos de oposición PAN y PRI, más los votos del Partido del Trabajo.
El riesgo inflacionario de los aranceles a China
La iniciativa, que fue presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum en septiembre junto con el Paquete Económico 2026, propone gravar con aranceles de entre 25% y hasta un 50% a 1,463 fracciones arancelarias a productos de países sin acuerdos comerciales con México, entre los que se destacan China, pero también Corea del Sur, la Unión Europea, India, Japón, Indonesia, Vietnam, Rusia, Malasia, Singapur, Tailandia y Turquía.
Su aprobación quedó en stand by dadas las advertencias empresarias de que muchos de los productos gravados son insumos que pueden encarecer las estructuras de costos de las empresas, e impactar en la inflación
El anteproyecto que finalmente fue enviado a la Cámara Baja fue modificado por la Comisión de Economía, con recortes significativos en muchos de los aranceles originalmente propuestos en sectores como cosmética y tocador, textiles y vestimenta, marroquinería, papel y cartón, muebles de madera y varias autopartes; aunque mantuvo sin cambios el arancel máximo del 50% para vehículos completos, incluidos los eléctricos, y para un grupo acotado de productos siderúrgicos.
El discurso oficial justifica a la medida para proteger a la industria nacional, pero desde el sector privado se interpreta como un requisito en la antesala de la revisión del T-MEC del año entrante.
“El efecto de los aranceles en la inflación me preocupa”, aseguró apenas esta semana el economista en jefe de Citi, Julio Ruíz, durante la presentación de fin de año del banco. “El encarecimiento de los finales puede aumentar la producción local. Pero, al mismo tiempo, tener productos intermedios más caros pueden afectar en la inflación y es un efecto que no va a desvanecerse tan rápido”, agregó.
