En octubre, los inversionistas extranjeros retiraron 43,641 millones de pesos de valores gubernamentales mexicanos. Con este resultado, ya van siete meses consecutivos de reducciones en la tenencia de deuda local por parte de no residentes, una racha que no se veía desde el periodo de enero a septiembre de 2016.
De abril a la fecha, la salida acumulada asciende a 170,869 millones de pesos. De continuar en noviembre, se convertiría en la octava disminución mensual consecutiva. “La última vez que ocurrió algo similar fue entre diciembre de 2020 y agosto de 2021, cuando se registraron nueve meses seguidos de salidas por un total de 236,790.47 millones de pesos, en un contexto marcado por la aversión global al riesgo durante la pandemia”, explicó la economista en jefe de Banco Base, Gabriela Siller.
El consumo da un respiro al crecimiento mientras la inversión sigue en caída
El comportamiento de este año vuelve a encender señales de cautela. Aunque no se trata de un retiro masivo, sí refleja un deterioro en el apetito de los inversionistas por la deuda mexicana y un entorno menos favorable para atraer flujos financieros.
El director de la consultora Expertos en la economía mexicana, Alejandro Gómez, señaló que el país necesita mayor claridad para retener y atraer inversión.
Según la consultora, la salida de capitales responde tanto a factores internos como externos. Entre los externos, destacó la incertidumbre generada por las amenazas arancelarias de Donald Trump y los conflictos en Medio Oriente, que elevan el riesgo global y provocan que los inversionistas se alejen de economías emergentes como la mexicana.
