Personas sin techo, la población que aumenta en Monterrey y los gobiernos prefieren no ver

Las personas sin techo en Monterrey y su área metropolitana, es una población que ha crecido durante los últimos años en Monterrey, y que las autoridades parecen no querer ver.

Las personas sin techo en Monterrey y su área metropolitana, es una población que ha crecido durante los últimos años en Monterrey, y que las autoridades parecen no querer ver.

Se trata de personas en situación de calle en Monterrey que enfrentan una serie de vulnerabilidades, desde el no contar con una vivienda, el riesgo de vivir en las calles hasta temas de salud mental que no sólo les ponen en riesgo a estos, sino que también a terceros.

Esto porque las instituciones gubernamentales no tienen datos, ni siquiera un estimado, del volumen de la población que se encuentra en esta condición en la ciudad, pese a que suelen ser visibles los puntos donde se congregan.

Además, de la precariedad y el peligro en el que viven al estar día y noche expuestos en la calle, genera situaciones de riesgo para el resto de la comunidad.

Como ejemplos están las agresiones de las que han sido objeto ciudadanos cuyo “error” ha sido únicamente coincidir en horario y lugar con alguna de las personas en situación de calle que tienen un padecimiento mental por el cual se han tornado agresivos.

Además, algunos de los incendios que se han originado en la zona metropolitana, fueron generados por indigentes que encendieron una fogata que se salió de control.

A esto se suma el incremento en los casos de robo de cable que, sobre todo, son constantes en los domicilios e infraestructura pública del municipio de Monterrey.

Fuente: Ciudades de México

No hay cifra oficial de personas sin techo en Monterrey

En un análisis realizado por Antonio García, investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN), con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se indica que en el país existen alrededor de 6 mil personas en situación calle.

De las cuales, en Monterrey y área metropolitana, 295 personas con estas características.

 Sin embargo, el análisis presenta apenas una parte de la realidad, debido a que considera datos del Censo de Población y Vivienda del 2020, en donde se hizo uno de los primeros intentos oficiales por contabilizar a las personas que “no tienen un lugar de residencia, es decir, que pernoctan en lugares públicos”.

Por lo anterior, es que el dato podría quedarse lejos de la realidad de la zona metropolitana de Nuevo León.

En Nuevo León, anteriormente, era Protección Civil del Estado quien realizaba un censo sobre las personas que se encontraban en situación de calle en la ciudad; sin embargo, en esta ocasión, la corporación (dirigida por Erick Cavazos Rincón ) dijo no contar con este dato.

Lo mismo que Protección Civil de Monterrey; incluso, ni siquiera la Secretaría de Igualdad e Inclusión, cuya titular es Martha Herrera, tienen un dato sobre este tema.

Ataques en vía pública

Un caso muy sonado fue el de un hombre en situación de calle que acuchilló a una mujer en el centro de la ciudad hace un par de años; esto ocurrió al poniente de Monterrey, en las calles Lincoln y Pelícano, en la colonia Valle Verde.

El hombre, identificado como Francisco Javier, sin motivo aparente atacó con un cuchillo a una mujer el 26 de agosto de 2023; la víctima murió en el lugar a consecuencia de las heridas.

En un hecho reciente, ocurrido apenas el 8 de abril pasado, una persona también en situación de calle, se puso a lanzar piedras contra los vehículos que circulaban en la avenida Gonzalitos, en Monterrey.

Una mujer, presuntamente de origen extranjero, fue captada en fechas recientes cuando golpeaba un auto y amenazando al conductor exigiéndole dinero, mientras éste se encontraba esperando el cambio de luz en el semáforo de la avenida Pino Suárez.

Como estos, abundan los ejemplos en los que personas en condición de calle en los últimos años se han visto involucrados en situaciones de violencia, en la mayoría de los casos, impulsados por algún padecimiento mental.

Puntos de congregación

La población en condición de calle puede hallarse por toda la ciudad, sin embargo, existen puntos que suelen usar para congregarse, en ocasiones, los usan sólo para pernoctar y por la mañana se dispersan.

Sobre la avenida Colón, casi esquina con avenida Bernardo Reyes, se suelen usar un costado de una tienda de autoservicio como punto para congregarse por personas en situación de calle.

Los alrededores del la Clínica 21 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la avenida Pino Suárez. Esto debido a que el centro médico suele ser punto de reunión de asociaciones o particulares que llevan alimentos para compartir con quien lo solicite.

De la misma forma, se congregan decenas de personas en situación de calle debajo del paso a desnivel que se encuentra sobre la avenida Félix U. Gómez, frente al Hospital General del IMSS No. 33.

El templo de La Purísima, sobre la calle Hidalgo, suele ser un punto en el que por las noches se congregan; y sobre todo la iglesia de María Goretti, en Bernardo Reyes y Luis Mora, donde se encuentra el comedor al que acuden decenas de personas diariamente.

Problema desatendido

Aunque se trata de una situación latente, que se percibe a simple vista casi por cualquier punto del centro de la ciudad; estas personas viven en condiciones vulnerables sin mayor atención que las que ofrecen algunas asociaciones civiles o religiosas.

Un activista, que prefirió el anonimato, comentó que a esta administración encabezada por el Gobernador Samuel García, y a la anterior en el municipio de Monterrey, dirigida por Luis Donaldo Colosio, parece pasarles inadvertido este fenómeno

Dijo que, aunque no hay una cifra precisa de cuántas personas hay en situación de calle en el centro de la ciudad, la cantidad es alta.

“Se ha mantenido estable, pero la cantidad sigue siendo muy alta (de personas en situación de calle)”, dijo al cuestionársele si había notado un incremento en esta población.

La falta de acciones concretas por parte de las autoridades refuerza la invisibilidad de una crisis humana que ocurre a plena luz del día. Mientras las cifras oficiales permanecen ausentes, la responsabilidad recae sobre quienes deciden no mirar hacia otro lado. Sin un cambio en las políticas públicas, la situación de estas personas, en el corazón de la ciudad, seguirá siendo de alta vulnerabilidad.

Nota publicada originalmente en la edición del 7 de mayo de Reporte Indigo

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