Los alimentos vuelven a encarecer la línea de pobreza urbana

Los alimentos vuelven a encarecer la línea de pobreza urbana

El precio de los alimentos volvió a crecer por encima de la inflación general en México. En octubre, el valor de la canasta alimentaria aumentó 4.3% en las zonas urbanas y 2.9% en las rurales, de acuerdo con el reporte de Líneas de Pobreza que publicó el INEGI. 

El dato urbano superó a la inflación general anual, que fue de 3.6 %, lo que muestra que los alimentos suben más rápido que el promedio de los precios. En el medio rural, en cambio, el incremento de la canasta alimentaria se mantuvo por debajo del nivel general de precios.

Entre los productos que más incidieron en el aumento están los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar, el bistec de res y la leche pasteurizada. Comer fuera de casa encareció 7.5% y aportó más de la mitad del aumento total, tanto en zonas rurales como urbanas. El precio de la carne de res subió cerca de 19%, mientras que la leche aumentó 8.6%. En el campo también pesaron la carne molida y los productos de res, mientras que en las ciudades el alza de la leche tuvo un mayor efecto.

Creció la pobreza laboral en el segundo trimestre

En términos nominales,

el monto mínimo mensual que una persona necesita para cubrir solo sus necesidades de comida se ubicó en 1,844 pesos por persona en el ámbito rural y 2,450 pesos en el urbano. 

Si se incluye la canasta no alimentaria -que considera otros bienes y servicios como vivienda, transporte, educación y cuidados personales-, el valor total de la línea de pobreza por ingresos ascendió a 3,411 pesos en el ámbito rural y 4,759 pesos en el urbano.

 Entre los productos que más incidieron en el aumento están los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar, el bistec de res y la leche pasteurizada 

El INEGI explicó que los alimentos tuvieron la mayor incidencia en el cambio anual de las líneas de pobreza, con una contribución de 50.6% en el medio rural y de 59.9% en el urbano. En las zonas urbanas también influyeron los gastos en educación, cultura, recreación y vivienda, aunque en menor medida.

Con esta actualización, el instituto retoma la publicación mensual de las líneas de pobreza, una tarea que hasta marzo de este año realizaba el Coneval. El indicador refleja el efecto de los precios sobre el poder adquisitivo y permite dimensionar cuánto cuesta, cada mes, garantizar una alimentación suficiente en México. 

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