Pinin Brambilla, la mujer que dedicó 20 años a rescatar ‘La Última Cena’
Pinin Brambilla pasó más de dos décadas restaurando “La Última Cena’, de Leonardo Da Vinci. La mujer, especialista en restauración y una de las más destacadas expertas en la conservación de frescos, inició su trabajó en 1977 y lo concluyó en 1999.
Pinin no era la primera en intentar restaurar el mural de 4 metros y medio de altura hecho por Leonardo Da Vinci, que fue comisionada por el duque de Milán, Ludovico Sforza y que se encuentra en el monasterio de la Iglesia de Santa Maria delle Grazie en Milán.
El objetivo de Pinin Brambilla era recuperar el carácter de individuo de cada uno de los personajes que aparecen en la pintura; esto porque antes que ella, al menos seis restauradores habían trabajado sobre la obra y cada uno de ellos cambió la expresión de estos.
Pinin Brambilla al rescate
El principal problema del mural, es que la técnica que utilizó Leonardo Da Vinci, era poco duradera; ya que apenas se terminó, comenzó a desintegrarse.
Según los expertos, esto sucedió porque el pintor no recurrió a la técnica tradicional de pintura al fresco, en el que la que se aplica una capa de mortero de cal húmeda sobre la pintura, para que el pigmento se fije a la pared.
Antes de comenzar a trabajar sobre la obra, Pinin Brambilla diseñó una estrategia: primero, ella y su equipo de colaboradores, hicieron pequeñas perforaciones en la pared para ingresar video cámaras y así saber cuántas capas de pintura componían la obra.
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La labor no fue sencilla, trabajaron con instrumentos quirúrgicos para retirar las capas de pintura y pegamento hasta llegar a la obra original.
Pinin Brambilla concluyó su trabajo hacia 1999, cuando ella tenía más de 70 años.
“Cuando terminé de trabajar en la pintura, estaba triste porque tenía que abandonarla”, dijo