Los nuevos aranceles al azúcar pueden generar presiones inflacionarias

Los aranceles que el gobierno federal impuso a las importaciones de azúcar podrían generar nuevas presiones inflacionarias, advirtió la economista Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Banco Base. La medida fue publicada ayer en el Diario Oficial de la Federación mediante un decreto firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum, que eleva los aranceles de importación hasta 156% para la mayoría de las fracciones arancelarias de azúcar, cacao y jarabes aromatizados, y hasta 210% para el azúcar líquida refinada y el azúcar invertido.

El decreto señala que la decisión busca “implementar los mecanismos necesarios que generen estabilidad en los sectores de la industria nacional y que permitan eliminar distorsiones en el comercio” y atender la “situación de sobreoferta de azúcar en el mercado nacional”, que estaría poniendo en riesgo la rentabilidad de la agroindustria cañera.  Hasta este martes, el gobierno imponía aranceles de US$0,36 por kilogramo a algunas importaciones de azúcar.

Según el texto, la medida cumple con los compromisos de México ante la Organización Mundial del Comercio y con la Ley de Comercio Exterior, lo que se interpreta que el arancel no se extenderá a naciones con las que México tiene tratados comerciales, como Estados Unidos y Canadá. 

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De acuerdo con los cálculos de Gabriela Siller, analista del Grupo Financiero Base, entre enero y septiembre México importó 131.1 millones de dólares en productos azucarados incluidos en este decreto, lo que representa apenas 0.027% del total de importaciones del país. Si se anualiza, serían unos 175 millones de dólares, de los cuales 62% proviene de América del Norte, por lo que el arancel se aplicaría solo a alrededor de 0.01% de las importaciones, equivalentes a 49.6 millones de dólares en los primeros nueve meses del año.

Aun así, Siller advirtió que “los aranceles a las importaciones de azúcar podrían generar presiones inflacionarias sobre productos con alto contenido de azúcar”, ya que se suman al aumento del impuesto a las bebidas azucaradas que prevé la Ley de Ingresos 2026. 

Los aranceles a las importaciones de azúcar podrían generar presiones inflacionarias sobre productos con alto contenido de azúcar. 

“La demanda por estos productos tiene baja sensibilidad a incrementos en su precio, lo que en economía se conoce como baja elasticidad precio de la demanda”, explicó. Eso significa que los consumidores difícilmente reducirán su consumo, por lo que el impacto se trasladará directamente a los precios.

“Ante la caída de los precios internacionales y la sobreoferta, y en apego a los compromisos internacionales de nuestro país, se actualizaron los aranceles a la importación de azúcar para defender el empleo, fortalecer la producción y el mercado nacional”, escribió la Secretaría en una publicación en X

A través de una publicación en X, el gobierno argumentó que la medida busca  defender el empleo, fortalecer la producción y el mercado nacional ” ante la caída de los precios internacionales y la sobreoferta”. 

Organizaciones del sector azucarero, que agrupan a más de 12 millones de personas, celebraron la decisión y destacaron que “se restablece la barrera arancelaria que protegió a la industria desde 1994”, la cual se había debilitado por la inflación y la volatilidad de los precios internacionales del azúcar.

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