Con un discurso obediente al gobierno, Medina Mora asume la presidencia del CCE
“Dialogar para avanzar” fue la frase que más repitió José Medina Mora en su primer discurso como presidente oficial del CCE.
Mensaje para propios y ajenos: su gestión, que durará hasta marzo de 2027, comienza con fragmentaciones internas dentro del organismo, que incluyen un alejamiento de Concanaco por vínculos del ex titular Francisco Cervantes con el magnate bajo investigación por crimen organizado y propietario de Miss Universo, Raúl Rocha Cantú; y bajo una gestión de gobierno que coquetea con el sector privado a la vez que mantiene una impronta regulatoria y decisiones que generan desconfianza dentro del mundo empresarial.
“El hecho de que la votación haya sido uniforme refleja una unidad del sector empresarial para avanzar por un mejor México”, se adelantó Medina Mora apenas comenzó su discurso de seis minutos ante una sala llena de periodistas en el primer piso del Club de Industriales.
Empresarios, ¿adiós a la genuflexión frente a la 4T?
Al momento de las preguntas, sin embargo, negó la vinculación de la CCE con “esa persona”, dijo refiriéndose a Rocha Cantú. Una mala señal para la Concanaco, que espera una aclaración de la vinculación con el magnate bajo investigación y las consecuencias correspondientes en caso de que se comprueben.
Respecto a su segundo frente, la relación con el gobierno, el discurso del flamante presidente se alineó a punto tal de aclarar que el monopolio estatal en el sector energético “está bien”, aunque hay que trabajar para conseguir mayor dinamismo. Una sentencia a la que ningún empresario, ni el más cercano al gobierno, se anima.
Los apoyos a la 4T atravesaron todo su discurso. Primero, al hablar de la necesidad de inversión de empresarios nacionales en el país, que es trece más grande que la extranjera y su parate explica gran parte del estancamiento de la economía mexicana: “Debemos destrabar las problemáticas que surgen para que no haya excusas para invertir. Debemos retomar la senda de crecimiento y se generen los recursos para que el gobierno pueda seguir con las políticas públicas para la distribución de esa riqueza”.
Medina Mora instó al empresariado mexicano a aportar para llegar a la meta de que la inversión represente un 25%, por encima del 22% actual. En el diálogo con el gobierno, acordaron diez proyectos de inversión prioritaria a los que darán seguimiento para ver en qué ventanillas están atorados.
“Son de distintos sectores, pero principalmente el energético, porque es fundamental para habilitar otro tipo de inversiones como las tecnológicas, de centros de datos y de IA, que requieren mucha energía para funcionar”, explicó para luego admitir que el sector está “monopolizado” por mandato del gobierno. El empresario celebró la apertura a la inversión privada a través del esquema de contratos mixtos tanto en energía como, próximamente, en infraestructura.
