El repunte de las remesas en 2026 no logrará compensar lo perdido este año
Las remesas llegan a fin de año sin fuerza, con menos envíos, menor impacto en el consumo y un panorama marcado por el freno del empleo en Estados Unidos y un peso demasiado fuerte para los hogares que dependen de estos dólares. Analistas prevén un leve repunte para 2026, que no llega a recuperar lo perdido este año.
“Hacia el cierre de año, entre los factores y riesgos claves para la dinámica de las remesas, destacan el enfriamiento del mercado laboral en EUA, las condiciones adversas para los inmigrantes (redadas migratorias), así como por el entorno político-económico de EUA, lo que ya se ha reflejado en un menor número de operaciones”, advierte un análisis de Monex.
El equipo de análisis económico del Banco Base ve un riesgo adicional, que no depende solo de cuántos dólares se envían, sino de su capacidad de compra. Ante un peso que se ha apreciado de forma sostenida, 6.5% anual en octubre y 9.5% en noviembre, “se espera que siga afectando el crecimiento del poder adquisitivo de las remesas”, explica el informe.
Las remesas cayeron más de 2% en septiembre, pero desaceleran la caída
Su expectativa es que noviembre y diciembre vuelvan a mostrar caídas en términos reales y que esta pérdida de poder de compra golpee el consumo, dado que las remesas equivalen a 5% del gasto nacional.
“Para 2026 se estima que las remesas, medidas en dólares, muestren un rebote de 2.7% anual, pero esto implicaría que se modera la postura migratoria agresiva de Donald Trump, frenando el deterioro que se ha observado de las remesas en 2025”, pronostica Base. A pesar de este rebote, las remesas en 2026 se ubicarían 1.44% por debajo del registro del 2024, es decir no se observaría una recuperación completa a la caída del 2025.
En octubre ingresaron 5,635 millones de dólares. Si bien implica una recuperación frente a septiembre, acumula siete meses consecutivos de caída anual (-1.7%) y dejó el acumulado de enero a octubre en 51,344 millones de dólares, 5.1% menos que hace un año. El flujo de los últimos doce meses también descendió a 62,000 millones, hilando cinco bajas mensuales
Según el Banco de México, la mayor parte de estos recursos continuó llegando por transferencias electrónicas, que representaron 99.1% del total. El número de operaciones volvió a caer, retrocediendo 5.4% anual en octubre, lo que coincide con la tendencia a la baja observada durante todo el año.
Los analistas atribuyen esta caída en las operaciones a un entorno cada vez más adverso para los migrantes y a un mercado laboral estadounidense que perdió dinamismo.
